Jennifer López - Brave
Brave es el quinto album de Jennifer López, su vuelta al pop tras ese mamarracho de álbum en español (Como ama una mujer) y un absoluto batacazo comercial (es el que menos ha vendido de sus discos y con diferencia). Ella dijo de él que era una mezcla de Sade con Jamiroquai, pero no veo rastro de esos dos por ninguna parte. Lo que sí me parece es una copia latina de Madonna (lo que demuestra que la ex de Ben Affleck es muchas cosas, pero no tonta). De hecho, la canción que da (el horrible) título al disco, Brave, es un descarado intento de imitar a la Mado más sentimental; Y aunque es también una de las canciones más resultonas del disco, yo me quedo con temas todavía más superficiales como Do It Well. Esta canción, por cierto, es la más JLO del disco: un inicio épico, un estribilllo pegadizo y muy pop, un ligero aire latino, un MC famoso (en este caso, Ludacris) marcándose un rap por ahí en medio, y ritmos potentes para ocultar las limitaciones vocales de la portorriqueña.
La profundidad de las letras del disco no puede ser más limitada: Se ciñen a un “te quiero, te amo y sin ti no soy nada”. De hecho los olvidables títulos no llevan a engaño: Stay Together, Be Mine, I Need Love, Forever, etc. Obviamente, a Jenny from the block le va a las mil maravillas con Marc Anthony y quiere que hasta el último mono se entere. Y aunque no puede ser más absurda esa creencia que relaciona el tormento con la creación artística, sí que se ha cumplido recientemente con 2 iconos de la música: La radiante Jenny se ha caído con todo el equipo en Brave y, por otro lado, Britney Spears ha sacado una obra de arte envuelta en un tornado mediático.
De todos modos, el problema de Brave no es que sea malo (Al contrario, es lo mejorcito que ha hecho en su vida esta mujer del Bronx). El problema es que hace 8 años decidió que tenía que hacer canciones muy eighties y agarrarse como una perra a fórmulas 1000 veces vistas; Ese toque retro le había funcionado hasta ahora a las mil maravillas pero, como recomendaba Woody Allen, “no hay que repetir un experimento que ha salido bien” y ella lleva una eternidad repitiéndolo. Esta mujer necesita una reinvención a lo Madonna como el comer. Y bueno, medios tiene: Es la latina más rica del mundo según la revista Forbes, así que se puede permitir arrimarse a la sombra de un Kanye West o de un Timbaland, que otras igual de limitadas han llegado mucho más alto. Pero bueno, que lo mismo está tan contenta con su marido salsero y con el niño que viene en camino, que le da igual.
Y la misma portada del disco (con ella mirándose a sí misma en plan Narciso) es la perfecta ilustración de lo que acabo de decir. Si no se renueva, acabará como el joven de la mitología: ahogado por ser incapaz de apartarse de su imagen.
La profundidad de las letras del disco no puede ser más limitada: Se ciñen a un “te quiero, te amo y sin ti no soy nada”. De hecho los olvidables títulos no llevan a engaño: Stay Together, Be Mine, I Need Love, Forever, etc. Obviamente, a Jenny from the block le va a las mil maravillas con Marc Anthony y quiere que hasta el último mono se entere. Y aunque no puede ser más absurda esa creencia que relaciona el tormento con la creación artística, sí que se ha cumplido recientemente con 2 iconos de la música: La radiante Jenny se ha caído con todo el equipo en Brave y, por otro lado, Britney Spears ha sacado una obra de arte envuelta en un tornado mediático.
De todos modos, el problema de Brave no es que sea malo (Al contrario, es lo mejorcito que ha hecho en su vida esta mujer del Bronx). El problema es que hace 8 años decidió que tenía que hacer canciones muy eighties y agarrarse como una perra a fórmulas 1000 veces vistas; Ese toque retro le había funcionado hasta ahora a las mil maravillas pero, como recomendaba Woody Allen, “no hay que repetir un experimento que ha salido bien” y ella lleva una eternidad repitiéndolo. Esta mujer necesita una reinvención a lo Madonna como el comer. Y bueno, medios tiene: Es la latina más rica del mundo según la revista Forbes, así que se puede permitir arrimarse a la sombra de un Kanye West o de un Timbaland, que otras igual de limitadas han llegado mucho más alto. Pero bueno, que lo mismo está tan contenta con su marido salsero y con el niño que viene en camino, que le da igual.
Y la misma portada del disco (con ella mirándose a sí misma en plan Narciso) es la perfecta ilustración de lo que acabo de decir. Si no se renueva, acabará como el joven de la mitología: ahogado por ser incapaz de apartarse de su imagen.
Por José Manuel
Lo mejor: Do It Well, a pesar del ultralamentable vídeo.
Lo peor: Cualquiera de las baladas (Ese hueso está para que lo roan otras, Jenni). Un ejemplo es Never Gonna Give Up: Ni los millones de arreglos de cuerdas la sacan para delante.
Web Oficial: Jennifer López
Lo peor: Cualquiera de las baladas (Ese hueso está para que lo roan otras, Jenni). Un ejemplo es Never Gonna Give Up: Ni los millones de arreglos de cuerdas la sacan para delante.
Web Oficial: Jennifer López
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