sábado, 17 de mayo de 2008

La Bien Querida


A veces te topas con canciones de pop sencillo (aparentemente), de esas que (aparentemente) no tienen nada especial, nada no inventado, nada que te haga pensar que se te puedan quedar guardadas sin necesidad de oírlas mil veces en las radiofórmulas o los tops de las grandes cadenas musicales televisivas. A veces te topas con voces que huyen de la perfección, que apenas susurran y te suenan tan caseras y amateur como la tuya en la ducha o limpiando el polvo de la estantería. Voces como esas, (aparentemente) nada del otro jueves que, sin embargo, son capaces de doblegarte porque te cuentan cosas (aparentemente) simples y personales, como las tuyas. Quizá por eso te hagan falta, a veces.

Ana Fernández-Villaverde es capaz de hacer todo eso. Entre La Buena Vida, Family o Sr. Chinarro, es decir, entre lo más apañado del pop independiente de nuestro país, de ese que a alguna gente le irrita por ñoño y aburrido y banal. Sus letras no arreglan el mundo ni se quejan de los efectos perniciosos de la globalización: sólo cuentan lo mismo que cuentan millones de canciones: amor-desamor; y lo hace con palabras sencillas, sin necesidad de buscar el diccionario para entenderlas. Hacer eso es como hacer arte abstracto: (aparentemente) cualquiera podría escribirlas, musicarlas y cantarlas.

En fin, si has sido capaz de llegar a leer hasta aquí y no has desechado seguir adelante, escucha las maquetas de La Bien Querida en su myspace. Y pronto en Elefant.

por Manolo Lay.

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