martes, 1 de abril de 2008

ONE JOKE WONDER



La gran Mrs Miller

No entiendo como he podido estar tanto tiempo sin conocer a la maravillosa Señora Miller. Menos mal que mi queridísimo Criscrepes tiene la gran costumbre de que cada vez que vamos a su estudio de grabación Cherry Sounds, nos deleita con una improvisada sesión dj de los hits más bizarros de la historia, y allí estaba la gran Mrs Miller.

La conocida como la peor cantante pop de la historia, hizo suyos múltiples clásicos pop del momento aportando su peculiar interpretación operística, un vibrato muy especial y su look de abuelita americana encantadora (aunque altamente intrigante).

La Señora Miller siempre quiso ser cantante, cantaba en coros de la iglesia y funerales, y en su tiempo libre se iba a un estudio de grabación privado y grababa demos para regalárselas a su familia, amigos y vecinos. En una de estas, un productor la escuchó mientras hacía sus gorgoritos y alucinó. La fichó nada más y nada menos que el sello CAPITOL y la pusieron a grabar su primer disco: Mrs. Miller's Greatest Hits (1966)

¿Y qué tiene de particular todo esto? Pues bien, la Señora Miller cantaba realmente mal, desafinaba como una posesa, se iba de tono, perdía el ritmo y olvidaba las letras. ¿Por qué la ficho entonces un sello tan respetable como CAPITOL? Algún visionario debió pensar que una señora interpretando canciones ‘actuales’ y ‘modernas’ con ese estilo tan suyo y con esa imagen tan poco glamourosa podría conseguir que todo el mundo se riera de ella y convertirla en alguna especie de fenómeno. Y acertó. Su versión del Downtown de Petula Clark se coló en el Billboard singles chart, y el disco vendió más de 250 mil copias en tres semanas. Durante 18 meses explotaron la gallina de los huevos de oro y grabaron con ella dos discos (con una producción excelente) más, múltiples actuaciones, apariciones televisivas y en películas, llegando hasta animar a las tropas de Vietnam. El público se reía de ella y la amaba.

Hay un punto muy interesante en toda esta historia, y es que la Señora Elva Miller decía que ella no cantaba mal. Que en las sesiones de grabación le hacían mil perrerías para que se equivocase, que no la dejaban aprenderse bien las letras ni el ritmo, que la dejaban exhausta y sin respiración y que siempre se quedaban con la peor pista de voz grabada. Al principio ella no entendía nada, pero al final aunque se dio cuenta de que se reían de ella decidió seguir el juego porque había logrado su sueño, ser una aclamada cantante. ¿Realidad o justificación?

Cuando pasó el ‘boom miller’ CAPITOL le dio la patada y ella siguió intentándolo grabando un disco lleno de simbolismos psicodélicos y pro marihuana, aunque decía no tener ni idea de lo que estaba haciendo. Pero ya nada fue lo mismo, el público la olvidó y su momento de gloria pasó. Aunque seguro que la Elva retirada congregaba a todos sus vecinos para cantarles su gran repertorio mientras comían una deliciosa tarta americana y contemplaban que la gran estrella que tenían como vecina no era solo una ‘one joke wonder

Downtown:

Its Magic:

These Boots Are Made For Walking:


Otros éxitos que hizo suyos: A Hard Day's Night, Strangers In The Night, The Girl From Ipanema, Yellow Submarine, Moon River, Monday, Monday

Davis

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