lunes, 3 de marzo de 2008

MI AMIGA GOO

SONIC YOUTH - GOO

Ya sé que la mayoría de los lectores de este blog esperan una disertación documentada sobre las conexiones indirectas que, a modo de red neuronal, relacionan a creadores de muy distinto pelaje de forma casi fantasmagórica. Y lo cierto es que una investigación paciente y un escrutinio obsesivo podrían llevar a cuestionarnos, por ejemplo, si Jon Thor Birgisson, cantante y guitarrista de Sigur Rós, y el mismísimo Michael Jackson son la misma persona. Pero el domingo siempre ha sido un día difícil para la crítica musical, sobre todo si cierra un puente vacacional y las neuronas del que escribe están más cansadas de lo habitual. Dicho esto, lo mejor es apostar sobre seguro y recordar brevemente las excelencias de Goo (Geffen, 1990), uno de los mejores discos de Sonic Youth.

Debió de resultar difícil generar nuevo material tras la edición de un disco que hoy en día se considera uno de los pilares del indierock más ruidoso y experimental; nos referimos al mitificado Daydream Nation (1988). Pero los chicos de Sonic Youth vivían entonces en momento de gracia creativa y nos obsequiaron, dos años más tarde, con un trabajo verdaderamente notable. Quizás Goo sea un disco más accesible que su predecesor y podría decirse que allana el camino hacia la bomba pop-grunge que supuso el siguiente y exitoso trabajo de la banda (Dirty, 1992). Pero no se engañen, en Goo podemos encontrar muchos de los elementos que caracterizan el sonido “marca de la casa”: acoples prolongados, guitarras y bajos distorsionados hasta la pérdida de conocimiento, sinuosas variaciones rítmicas en las baterías, giros atonales que rozan el dodecafonismo, estructuras irregulares y, por supuesto, momentos melódicos con gran gancho pop.

El LP comienza de forma arrolladora con la popular “Dirty Boots” y, como suele ser habitual cuando la voz de Kim Gordon da el relevo a la de Thurston Moore, la cosa se torna más áspera en la ruidosa, e inquietante por momentos, “Tunic (Song for Karen)”, la segunda canción del álbum (dedicada a Karen Carpenter). Tras el guiño punk de "Mary-Christ", llega el momento del single “Kool Thing”, bomba salvaje, bailona y pseudofrívola que cuenta con la bizarra colaboración del inefable Chuck D (Public Enemy). El disco difumina cualquier olor a mainstream con el duelo noise de “Mote” (el turno cantor de Lee Ranaldo), quizás la canción más experimental del disco, y complementa la crudeza punk de “My Friend Goo” y “Mildred Pierce” con la desconcertante y escabrosa melancolía rock de "Disappearer" y "Cinderella's Big Score". Tras el anecdótico interludio de “Scooter & Jinx”, la colección se cierra con “Titanium Exposé”, epílogo poderoso y polirrítmico que resume buena parte de las sensaciones sónicas que despierta Goo.

En 1991 fue editada una versión visual de Goo, incluyendo, según el caso, un vídeo-clip, vídeo-creación o vídeo-delirio altamente casero para cada una de las canciones que componen la edición original. Todos estos vídeos fueron incluidos en la reciente recopilación Corporate Ghost. The Videos: 1990-2002 (Geffen-UMG, 2004). Les recomendamos con vehemencia el visionado completo y compulsivo de estos dos vídeoclips:

DIRTY BOOTS. Resulta extremadamente tierno recordar este maravilloso gazpacho de amor bolo-juvenil, camisas de cuadros, grasa capilar y bailoteo de salto y empujón. No se lo pierdan por nada.



KOOL THING. Material altamente recomendable para quien quiera formar una banda de rock o levantar los vuelos de un proyecto marchito. Toda una orgía incontenible de poses, gestos, actitudes contundentes y calentura escénica que, convenientemente aderezada con un vestuario repleto de boas emplumadas, piel sintética y tejidos plastificados, nos muestra lo necesario para ser una estrella del rock alternativo y pisotear a quien se ponga por delante (lutier dixit).



Por La Gloria de la Puerta Real

No hay comentarios: