miércoles, 19 de diciembre de 2007

Próxima estación, Pesimismo


Joni Mitchell - Shine

Shine es el decimoséptimo disco de la cantautora canadiense y esta editado por Starbucks, la famosa cadena de cafeterías. Pero el disco está en las antípodas de la cafeína; de hecho, es una gigantesca nana de 46 minutos (y la opción perfecta para contrarrestar los efectos del frappuccino moca del que soy tan fan).

De todos modos, aunque la parte musical induzca al sueño (y con esto no estoy diciendo que sea aburrido para nada; de hecho, yo estoy súper a favor), las letras van por otros derroteros muy distintos. Mitchell pertenece a la misma cantera que gente como Annie Lennox en cuanto a reivindicación se refiere, pero sin las sutilezas de, por seguir con el mismo ejemplo, la ex de Eurythmics. Si la Lennox en su último disco (el recomendable Songs of Mass Destruction) ponía la política americana a caer de un burro en canciones que podían ser interpretadas como historias de amores descarrilados, Mitchell prefiere no perderse entre líneas y llamar al pan, pan y al vino, vino. De hecho la canadiense no tiene problema en ponerle nombre a todos los bolos que va tirando, entre los que están la iglesia católica en particular y todas en general, los fanatismos religiosos y las guerras santas, el patriotismo como persuasión, los lideres que no entienden de derechos, la deforestacion, la guerra de Irak, las constructoras, la aniquilación de especies, el DDT, los genocidios y todo lo que se le ponga delante. Vamos, es como estar escuchando la CNN con jazz de fondo. Pero insisto: a pesar del alarmismo de las letras, la música no puede tener un tono más narcótico (el tono de un periodista de la CNN). Y, por cierto, hasta el dibujo que adorna el mismo CD suena a telediario (es el mapa del mundo).
Una de las mejores canciones del disco se titula Night Of The Iguana y es un repaso de la famosa obra de teatro de Tennessee Williams. Como todo lo que escribió el dramaturgo estadounidense, La noche de la iguana ataca la religión y la hipocresía , lo que la convierte en perfecta excusa para un capítulo mas de esta recopilación de denuncias que es Shine.
Dos canciones se escapan de este informativo: la primera y la última. El disco arranca con una prólogo instrumental (One week last summer) para el que ella ha escrito una letra que curiosamente no aparece en la canción pero sí en el libreto. La letra habla de un dia idílico junto a la costa del Pacífico, entre animalitos y flores. Una cosa, la verdad, muy Blancanieves, pero la parte Disney acaba ahi. El resto del álbum es una novela negrísima que desemboca en un poema que Kipling escribió hace un siglo y al que ahora ella ha puesto música (y que es la canción que cierra el disco). Este poema es una especie de libro de autoayuda para no tirarte por la ventana ante tanto desastre mundial. Pero ni el poema ni el disco pretenden sugerir un Próxima estación, Esperanza de Manu Chao. Al contrario: sólo hay resignación.
- Por José Manuel


Lo mejor: la canción If I had a heart
Lo peor: Por buscar algo, le falta un single con gancho comercial. Algo como la maravillosa
Both Sides Now
Página oficial: joni mitchell

1 comentario:

la loca de la casa dijo...

sin haber sido nunca seguidora de esta señora, he de decir que Both sides now y River son dos de las canciones más bellas que he escuchado y hayan llegado a mi corazoncito... ea!