jueves, 7 de febrero de 2008

La tierra se mueve bajo mis pies


Martika – Toy soldiers. The best of…

“Mamá y papá no están así que a ti te va a tocar cuidar de mi porque soy la pequeña. Nuestros hermanos mayores trabajan fuera y yo sé que preferirías hacer otra cosa que llevar a una enana colgando, que eres muy moderna y todas esas cosas, pero la familia es lo que tiene…”

Allá por 1989 me dedicaba más al mundo que había dentro de mi mente que al exterior. En ese mundo vivía en otra ciudad, tenía otra familia, a veces incluso hablaba otro idioma. Me preguntaba como sería mi vida en el siglo siguiente o al rozar los 30 (y era bastante diferente, por supuesto, de lo que es ahora); me preguntaba cosas sobre cómo sería ir a la universidad y durante cuanto tiempo me seguirían gustando los chicos con moto y el pelo rizado. Y también, debo admitir, escuchaba música.
Allá por 1989 se publicó el debut de una cantante estadounidense de familia cubana que, una chica que, sin saber demasiado bien porqué, se convirtió en un referente para mi en ese mundo imaginario. El primer disco de Martika (Marta Marrero) tuvo algunos singles de éxito, llegó a lo más alto del Billboard, incluso se hizo con un Grammy y, aunque su continuación vino abalada por el mismísimo Prince, al verdad es que su fama fue efímera y apenas se supo mucho más de ella.
Este año se ha vuelto a poner en circulación un recopilatorio editado en 2004, después de que Eminem usara el estribillo de Toy Soldiers (uno de los mayores éxitos de la cantante) para uno de sus singles. Y claro, ha llegado a mis manos… y claro, tenía que escribir sobre ella.
Toy Soldiers. The best of Martika recopila en 15 temas (incluidas remezclas de los principales singles) toda su carrera. Hits con todos los tics imprescindibles en la producción de finales de los ochenta (tanto en las baladas como en las canciones más bailables). Detalles en la producción de los teclados y baterías, por ejemplo, que aparecían en todos los must de la época (y de otros no tan típicos como New Kids on the Block). Topicazos sin duda, y sin embargo no los escucharás habitualmente en Kiss FM y otras emisoras por el estilo donde sí son frecuentes algunas de sus contemporáneas. Sin embargo, tal vez por haber pasado relativamente más desapercibida o por estar menos manida que otros temazos de la época, la música de Martika resulta, escuchada 20 años después, más auténtica. Suena a su época, casi se puede oler, y su sentido no se ha desvirtuado con el paso del tiempo. Su forma de cantar, su estética y su eterna sonrisa fueron sus señas de identidad. Y sobre todo canciones que, aunque ahora pienses que no conoces, seguro que has oído, bailado y tatareado en alguna ocasión. Love… Thy will be done (regalo de Prince), Cross my Heart, Martika’s kitchen (con mi letra favorita: “the table is set, my oven is hot…”), y sobre todo su versión de Carole King I feel the earth move, uno de los mayores éxitos de su carrera no podían faltar en esta colección que te transporta en el tiempo a una época de varias capas de ropa vaquera superpuestas, pintalabios rojo y botas negras. No puedo decir más que she’s so eighties…

Actriz, cantante y compositora, supo llevar su carrera hasta donde ella quiso. De estrella presente en los medios del momento en USA y Europa ha desaparecer del mapa después de su matrimonio con Michael Mozart. Ha seguido vinculada al mundo de la música con algún que otro tema nuevo, colaboraciones en discos de otros y participando en un bizarro proyecto de pop-ópera (previo al Il Divo) con su marido. Aunque a mi me da igual como haya cambiado, yo la recuerdo así y con eso me basta.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues el viernes pasado vi ese recopilatorio en la FNAC y pude tocarlo con mis manitas. También intenté convencer a David Curve para que se lo comprase, pero no conseguí convencerlo. Una lástima.

moon dijo...

Estoy altamente de acuerdo con tu crítica. Yo recuerdo también con cariño aquellos años.


Pd: me ha gustado como te ha quedado la crítica, a pesar de tener que hacerla mientras hablabas por teléfono. Eres una crack.