domingo, 3 de febrero de 2008

1987: LA "TRIPLE S"

Ocurrió en 1987, aquel año en el que un jovenzuelo llamado Mathias Rust aterrizó con su pequeña avioneta en plena Plaza Roja de Moscú, saltándose todo el sistema defensivo antiaéreo de la extinta URSS. Con la muerte de Fred Astaire y Rita Hayworth todos pensamos que una época dorada de glamour se había evaporado para siempre y el sector más “arty” apenas pudo superar el adiós definitivo del mito Warhol. Afortunadamente, nuestro país vivió expectante el nacimiento de un nuevo ídolo televisivo que llegó a obsesionarnos con su áurea dimensión temporal; nos referimos, naturalmente, a Constantino Romero y su inolvidable concurso “El Tiempo es Oro”.

En el plano musical, 1987 nos regaló algunos álbumes notables, cuya repercusión e influencia se deja notar, y mucho, en la producción sónica actual. Michael Jackson volvió con fuerza y el estreno de Bad convirtió los aparcamientos y las estaciones de metro en el mejor lugar para que familias completas practicasen sus coreografías más ocultas. Por su parte, Robert Smith nos hizo correr a nuestra tienda de disfraces favorita exigiendo la piel osuna del vídeo de “Why Can't I Be You?” (Kiss Me, Kiss Me, Kiss Me) y, para qué nos vamos a engañar, absolutamente todos nos dejamos “dominar” por el Floodland de Sisters of Mercy y quisimos participar en algún vídeoclip del Actually de los Pet Shop Boys. Los más épicos derramaron lágrimas con el oscuro Music For The Masses de Depeche Mode (¿quién no recuerda el siniestro estreno de “Little Fifteen” en Los 40 Principales?), los fans de los Smiths vivieron con resignación el adiós de Strangeways, Here We Come y los amantes del delay abusivo quedaron embriagados con el pelotazo comercial de U2 y su The Joshua Tree. Entretanto, en sectores más underground, The Jesús and Mary Chain nos mostraban su lado más melancólico con Darklands, Sonic Youth daban rienda suelta a sus delirios de distorsión y sutil dodecafonía con la publicación del notable Sister y unos chicos, que se hacían llamar The Pixies, debutaban con el EP Come on Pilgrim.

Pero todos estos estrenos quedan en segundo plano absoluto si se comparan con el Trío de Ases que protagoniza este breve, pero intenso, recordatorio. Nos referimos, como no podía ser de otra manera, a la publicación de tres MAXI-SINGLES que trascendieron a su época y que hoy constituyen pilares fundamentales de estilos tan heterogéneos como grunge dub, inferno dance, vodevil house, indie funk, goth pipeline, industrial hardcore, industrial slowcore, spider dance, foxie marvel o post-rock, sin ir más lejos.


Comenzamos con la londinense SAMANTHA FOX y su Nothing Gonna Stop Me Now. La producción de los inefables Stock, Aitken y Waterman nos embriaga desde un principio (poderosos bajos sintéticos, asombroso control del bombo-caja, teclados analógicos con arpegios inimaginables, prodigioso dominio del pitch shifter), cuestionando en 7 minutos el tiempo que hemos dedicado a otras audiciones y necesidades vitales. La cara B de esta joya (“Dream City” y “Want You Want Me”, producidas Power & Lovell) puede considerarse bastante digna, aunque a años luz de la canción que da título al maxi-single. También debemos hacer una mención especial a la voz de Sam Fox, empeñada en demostrar que su imagen de “sex-appeal icon” o “tit-star” nunca estuvo reñida con el control tonal y melódico. Aunque otros hits como "Touch Me" o "Do Ya, Do Ya (Wanna Please Me)" corroboran esta evidencia, nunca está de más que insistamos en esta cuestión que separa a Samantha de otros artistas del entorno SAW, tales como Kylie Minogue, Sinitta o Jason Donovan.


El segundo pilar de la “TRIPLE S” (nombre popular con el que se reconoce al trío Samatha-Sabrina-Spagna) es ocupado por Call Me, de SPAGNA. Paradigma de la elegancia eighties y del cardado imposible, la italiana Ivana Spagna, se dio a conocer a toda Europa con su "Easy Lady", aunque el éxito definitivo no se produciría hasta un año más tarde con la demoledora "Call Me". Ambos hits fueron incluidos posteriormente en el LP “Dedicated to the Moon”, primero de una larga saga de catorce álbumes. Centrándonos en la versión extended de Call Me, hay que reconocer que la producción de Pignagnoli & Teo Spagna reinterpreta, en los 6 minutos que concretan esta masterpiece, todo el poso acumulado por el italo-dance desde los inicios de la década. Para ello, dan una mayor presencia a la guitarra pro-funky y se dejan seducir por las sutilezas del flanger, antes de dar rienda suelta a la explosión chan-chan-house del teclado solista. Coros pasionales y segundas voces a cargo de la propia Spagna son el complemento perfecto al poético desgarro pasional que Call Me representa.


El trío se completa con Boys de la genovesa SABRINA Salerno. Producida por Claudio Cecchetto desde una perspectiva italo-dance mucho más purista, Boys sabe combinar de forma audaz y desenfadada los elementos necesarios para plasmar, en poco menos de 6 minutos, un peculiar trasfondo de calentura veraniega y amor mediterráneo: bajo poderoso y repetitivo, palmas rítmicas bien ubicadas en la rejilla temporal, guiños hiphoperos en la sensual voz masculina, scratches vocales muy cuidados y un sorprendente compendio de teclados de calle irrepetibles. Sabrina promocionó con gran entusiasmo el single Boys por todo el mundo, incluyendo algunos playbacks memorables en nuestra televisión patria. Sin duda, uno de los más entrañables se produjo en el legendario concurso 1-2-3 de TVE, donde, tras ser presentada cariñosamente por Mayra Gómez Kemp, La Salerno regala a los presentes su mejor coreografía hasta la fecha y acaba entregando a Kim (una de las azafatas bailarinas más queridas del concurso) un objeto para “la subasta”. No se pierdan el diálogo final entre Mayra y Kim: pura ambrosía.
http://www.youtube.com/watch?v=Mc2F4dtCmxQ&feature=related

La influencia de la triple S es evidente en producciones posteriores que, tanto explícita como implícitamente, rinden tributo al boom de 1987. Hagan un esfuerzo, investiguen, buceen en la obra más densa de creadores tan dispares como Tom Rowlands y Ed Simona, Andi Toma y Jan St. Werner o James Murphy; todos ellos hacen pequeños guiños (a veces no buscados) a la Triple S. Aún más entrañable resulta encontrar esos merecidos homenajes en actuales genios de la música popular, como Sean Booth y Rob Brown, Markus Popp, Adam Wiltzie, Carl Hultgren y Windy Weber o los propios Michael Sandison y Marcus Eoin. Todos ellos sienten una deuda innegable hacia estos pilares del siglo XX y su incuestionable legado. Asimismo, la triple S resulta ideal para crear ambientes vegetales en una tibia tarde de invierno; vean, vean y juzguen ustedes mismos:


La Gloria de la Puerta Real

OTROS ENLACES DIDÁCTICOS:
* Vídeo clip de Nothing Gonna Stop Me Now.
* Vídeo clip de Call Me
* Vídeo clip de Boys

5 comentarios:

Unknown dijo...

Bueno, bueno, para actuación mítica de la Salerno la de fin de año (87, como no) en Tve. Eso sí que es un pilar del siglo XX:

http://www.youtube.com/watch?v=WWhoyJjQ1EY

(y ojo a los comentarios en youtube que no tienen desperdicio).

Por otro lado, creo que Spagna no está a la altura de las otras dos, es más chunga . Bien la podrías haber sustituido por la siempre infravalorada Danuta.

http://www.youtube.com/watch?v=o3_Vf4S7YUU

Por cierto, es mi deber recordarte que desde el año 2005 Marcus Eoin admitió que su verdadero nombre era Marcus Sandison... Y no entiendo cómo has podido dejarte fuera de la relación de "followers" a los hermanos Hartnoll, esos ya es que clonan a la triple S sin parar!

Anónimo dijo...

Es cierto que la actuación de Nochevieja de 1987 es la más conocida. Pero hay que recordar que la performance del seno juguetón de "Hot Girl" fue un experimento fallido encaminado a heterosexualizar a una población masculina española que apenas podía ya mantenerse en el armario. De todos modos, no me negaran ustedes que la aparición de Mayra y Kim son un must absoluto. Sabrina era tan Chicho Ibanez Serrador, tanto…

Por lo que se refiere a la polaca Danuta, respeto profundamente su rol de tit-pop star en dura competencia con Sabrina o la propia Sam Fox, aunque siempre en un plano algo más glamourless, desde mi humilde punto de vista. De todos modos, aquí entraríamos en el viejo debate tantas veces plateado por los fans de la época dorada de Warp Records: ¿debe Danuta sustituir a Spagna en la Triple S? Desde que Beckett y Mitchell insinuaron la influencia de sonido Danuta en la concepción del sello de Sheffield la polémica está servida. En cualquier caso, para la Gloria de la Puerta Real Spagna es mucha Spagna.

Finalmente, debo reconocer que el olvido de los hermanos orbitales ha sido injusto, pero más aún lo es el no haber incluido al señor Richard David James en el apartado de “followers” de música popular. Pero es que la influencia de la triple S es tan grande que desborda.

L.

Anónimo dijo...

Sin duda este texto procede de una labor de investigación admirable. Ahora entendemos mejor a nuestro "Indie" actual gracias a haber descubierto, con la presente crítica, los ancestros ochentiles de nuestros más reputados ídolos del momento. De aquellos ancestros, sin duda Samantha Fox es EL ICONO POR ANTONOMASIA. Sus éxitos siguen vivitos y coleando!

Anónimo dijo...

impagable el documento visual!!!!!!!!!!!

Anónimo dijo...

yo, al igual q la inesa, me quedo con la samanta fox y con diferencia. por cierto, qué posts tan bíblicos (por lo de la extensión) ha traído tu review!